La directora de la fundación que contiene y atiende a chicos de 6 a 15 años, conversó con este medio acerca de la ardua tarea realizan.
“Esto no es un comedor, es una casa” resalto Nilda mientras describía las actividades que los Cachorros de Ninquihue hacen todos los días. Allí los chicos desayunan, se bañan, hacen la tarea, almuerzan, se cambian, van a la escuela, se recrean, etc.
Pero en Ninquihue no solo se les cocina y se les lava la ropa a 22 chicos en edad escolar. También se les brinda todo el cariño y el respeto que quizás no reciben en la calle o en sus casas. Se les enseña cuáles son sus derechos, se les inculcan valores, modales, buenos hábitos. La directora de la casita afirmó que “Los chicos de Ninquihue ya no son chicos de la calle como los encontramos en algún momento”. Y pese a todas las dificultades el personal de la casita realiza también una tarea de cooperación con las familias de los chicos.
Nilda subrayo la ausencia momentánea de su asistente social y lo difícil que es llevar adelante las actividades sin ella. También habló de las carencias que sufren la casa y las distintas maneras de sobrellevarlas.
Además de la directora trabajan en la casa Jose, Rita, Mirian , Andrea y Estela encargada de los talleres que se dictan dos veces por semana. Y aunque cada uno tenga su rol asignado todos hacen de todo. “En este momento somos muy pocos para tanta demanda” Conto Nilda y agrego que pese a los pedidos de más personal a Promoción Familiar, no han obtenido respuestas positivas. “Habíamos pensado en hacer un llamado a la población de voluntarios que quisieran ayudarnos, pero es difícil, tenemos que organizarnos” dijo.
La fundación Ninquihue recibe del municipio de Roca el espacio físico en el que realizan las actividades cotidianas, los servicios y el personal que limpia el edificio. “Lo demás son todas donaciones”
“Desde el lápiz de la escuela hasta los fideos, o las lamparitas que se queman, todo lo solventa la fundación como se puede (…) Gracias a la campaña “Roca Puede” tenemos la leche asegurada. Para lo demás hacemos campaña todo el año”.
Esta casita es producto de la labor voluntaria de unos pocos que con amor y esfuerzo suplen las necesidades de todos los chicos que acuden allí. La ayuda de los vecinos ha sido un gran motor en lo que se brinda. Sin embargo siempre surgen necesidades y Nilda lo resalto a lo largo de la entrevista. “Nosotros no salimos a pedir pero sabemos que el boca a boca puede hacer mucho y en este momento estamos necesitando mucho”.